El calor, la sed. Bueno, sólo el calor. Y el ataque psicótico como consecuencia. Os voy a matar a todos, digo, aunque estoy solo. Y además soy incapaz de matar a nadie, admitámoslo. Si soy todo corazón. Corazón enfermo, corazón achicharrado por el calor. Yo qué sé. Quizá sí mataría a alguien ahora.